martes, 11 de enero de 2011

¡El capitán abandona el barco!

Bueno, no es que abandone, es que se retira. Tan sólo cede los trastos. ¿De qué barco hablamos? Pues de ZARA, ese buque insignia que navega por los mares del mundo vendiendo la marca España. ¡¡¡8.866 millones en ventas, 1.179 millones de beneficios, 5000 tiendas, 92.301 empleados y presencia internacional en 77 países!!! Desde Arteixo hasta Kazajstán, pasando por grandes y pequeñas metrópolis de este mundo, ahí está Zara, o mejor dicho Inditex, que es quien cotiza en el IBEX 35. Y cuando navega viento en popa, con unos beneficios en 2010 que representan un 42% más que en el año anterior (y eso que estamos en plena crisis), resulta que el vieja patrón decide que se marcha. ¿Quién es el delfín? Pues parece ser que quien ha sido su mano derecha  durante estos últimos años. Pablo Isla, abogado del estado, cosecha del 64, es decir, jover, brillante y sobradamente preparado. Bajo su mandato, la cadena ha multiplicado su número de tiendas, ha desembarcado en países como Serbia, Túnez, Ucrania, Montenegro, China, Egipto, Corea, ha abierto nuevas plataformas logísticas, nuevos centros de distribución, y ha lanzado nuevas marcas.           Pues hay quien quiere ver detrás de todo ésto la mano de la Obra. Y digo yo que será de la obra bien hecha.

domingo, 24 de octubre de 2010

¿Y quién dijo que el FMI no cambiaría nunca?

Pues ya lo creo que ha enmendado su rumbo. Es la noticia del día. Las economías emergentes ganan terreno dentro del FMI y desbancan a la vieja Europa. El G-20 pacta que las economías desarrolladas cedan un 6% de su poder de decisión y 2 asientos del Directorio Ejecutivo a China, India, Brasil y Rusia. Voz y voto, pues, para los BRIC en el FMI. Público reconocimiento del cada vez mayor peso de las economías emergents ante el declive de las sociedades industrializadas. Poco a poco, se va abriendo paso un nuevo "orden económico" con mayor peso de estas economías pujantes.
China se coloca como el tercer país más influyente, tras EE.UU. y Japón. Este traspaso de votos se hace a costa de los países europeos, que tambíen han de ceder dos de sus nueve puestos en el comité directivo.
Vuelvo al principio. ¿Dónde están esos agoreros que decían que el FMI nunca aceptaría una reforma institucional de calado?